Dentro de la música religiosa del Barroco están también los Oratorios, que como ya sabéis, son una especie de óperas, pero a diferencia de éstas, en el oratorio no se construyen escenarios, ni los personajes se disfrazan ni tampoco actúan. Sólo se canta. Un ejemplo muy conocido es el Oratorio El Mesias, de George Friedrich Haendel. Uno de los fragmentos más conocidos es Aleluya. Seguro que os suena...
No hay comentarios:
Publicar un comentario